No leo poesía. A veces echo un vistazo a algún libro que hay en casa, pero no leo poesía porque no sé cómo hacerlo. Y envidio este mundo de sensaciones:
"...La poesía es como el viento,
o como el fuego, o como el mar.
Hace vibrar árboles, ropas,
abrasa espigas, hojas secas,
acuna en su oleaje
los objetos que duermen en la playa..."
José Hierro
No leo poesía y además se han acabado las vacaciones. Caen antes los días, bajan las temperaturas, vuelven los horarios, los propósitos se acumulan y mientras Madrid está en plena efervescencia, sientes que te acecha un peligroso letargo.
Uno de los propósitos del curso será esquivar ese sopor.
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