jueves, 26 de febrero de 2009

Ça va bien, et toi?

Estoy encantada con mis clases de francés. Con el espacio, porque el Instituto Francés de Madrid tiene charme; con la idea de susurrar de la misma forma que hará Carla Bruni, y claro, mi partenaire es infinitamente mejor que Sarko…Y con la idea de que en francés los países tienen género, así es que cómo no!, Francia es femenina. Lo que me extraña es que Brasil no lo sea.

El buen tiempo parece con ganas de instalarse por aquí. No queda nada para el fin de semana en Valencia con G&G, que han venido expresamente desde Santander. Del Cantábrico al Mediterráneo pasando por la meseta Tengo ganas de veros.

sábado, 21 de febrero de 2009

Frío sol

Asoma el sol, pero sigue el frío...y sueño con Scala dei turchi, en la costa de Agrigento, Sicilia.

Me encantaría volver por allí. Palermo, Siracusa, Taormina y la buena vida, la trufa blanca, los vendedores en los mercados, los helados de mandorla, las mejores ruinas...griegas. Y Corleone.

viernes, 20 de febrero de 2009

Mad men

Bien dice Boyero que gran parte del buen cine que se hace ahora está en las series de televisión. Terminamos El ala oeste de la Casa Blanca (The west wing), a tiempo para entender el desarrollo de las primarias demócratas y de las posteriores elecciones en los Estates; flipamos con los desórdenes de la familia de la funeraria de A dos metros bajo tierra (Six feet under) y ya su casa era nuestra; extrañamente, no sé por qué, no hemos visto nada de la familia Soprano.

Acabamos de terminar la primera temporada de Mad Men, los hombres publicistas de la avenida Madison. Desasosegante, tortuosa, misógina y machista (o realista, para aquella época), pero con la que terminas estableciendo un vínculo adictivo. A veces he querido no verla, por la desazón que me producen esos personajes atormentados por frustraciones, rencores y secretos (que ya se encargan los guionistas de que no lo sean para ti), pero siempre se ve superada por el incontrolable deseo de curiosear en la vida de los demás, aunque sean de ficción.

P. me habla de Raymond Loewy, uno de los diseñadores industriales más conocidos del siglo XX. La famosa botella de cristal de Coca Cola, con sus insinuantes curvas es suya; también lo es la cajetilla de Lucky Strike, cuyo logo a doble cara se veía fuese cual fuese la posición de la caja. Un publicista que se movió entre las portadas de Harper’s Bazaar y los diseños de locomotoras diésel para la Pennsylvania Railroad.

¿Se inspirará Mad Men en Raymond Loewy?

jueves, 19 de febrero de 2009

Casi todo Madrid (hace año y medio)

Curioseando en el baúl, acabo de encontrar esta foto del verano de 2007.

Y esta otra.




lunes, 16 de febrero de 2009

Bon jour!!

Me engancho, porque me atrapa, Punset y su Redes. Hace dos semanas hablaban de la sinestesia. El tema, como casi siempre, me resulta desconocido. Flipar en colores, creo que se llama el capítulo.

Sinestesia: del griego “syn” y “aisthesis” (“junto” y “sensación”). Transtorno de la percepción en el que el estímulo recibido a través de uno de los sentidos provoca simultáneamente la sensación en otro.
Un cruce de sentidos. Una persona que padece este desorden puede, por ejemplo “oír los colores” o “ver, e incluso saborear los sonidos”. Kandinsky era sinestésico. Decía, por ejemplo, que podía pintar una sinfonía. Llamó a algunas de sus obras Composiciones. De la representación de Lohengrin de Wagner, dijo el pintor “los violines, los contrabajos, y muy especialmente los instrumentos de viento personificaban entonces para mí toda la fuerza de las horas del crepúsculo. Mentalmente veía todos mis colores, los tenía ante mis ojos”.

Estas percepciones se producen de forma continua y son persistentes. Por ejemplo, un sinestésico que vea el verde cuando oiga la palabra mesa, siempre verá ese color cuando escuche esa palabra. Se sabe que es un trastorno en las conexiones neuronales.

Todos tenemos conexiones sinestésicas en nuestro cerebro, todos sabemos a qué nos referimos cuando se habla de una corbata chillona.

sábado, 14 de febrero de 2009

Sol y nieve

Magnífico día. La sierra de Madrid parece cosa seria. El sol me da la vida.

A lo largo de este invierno he echado de menos días como este. Ojalá no queden muchos en los que escuchar eso de "entra un nuevo frente..." Será un invierno de los que dejan huella.

Recomendaciones que dejan huella:

Cine: "Revolutionary road", "Frost contra Nixon"
Libros: Una novela rusa, Vida de Manolo, Gomorra.

domingo, 8 de febrero de 2009

Bacon. Bacon. Bacon.

Desasosiego. Por los cuerpos retorcidos; por la jeringuilla clavada en el brazo de Henrietta Moraes ("para fijar la imagen"); por las flechas que señalan; por las sombras de los cuerpos, a través de las que parece que huye el alma; por los cuerpos en movimiento impedido; por las bocas que ahogan un grito; por las estructuras que encierran a los protagonistas; por la crónica de un siglo; por el brazalete nazi que asfixia la carne.
"Efectivamente, somos carne comestible, somos canales en potencia"

Fascinación. Por los colores; por el cuerpo; por las historias; por la violencia inherente al ser humano; por la abstracción hecha realismo; por el revoltijo del estudio; por lo que crees que sugiere y por lo que seguro que dejas de ver.

Bacon. Bacon. Bacon.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Stocks


Sigue la crisis. El diario The Guardian publica una fotos de grandes zonas donde se acumulan los coches que las fábricas han producido y que no se venden...Nunca he visto tantos coches juntos, ni en el atasco de Madrid.

Sigue la crisis. Y el invierno. Al menos, llega Bacon. Para darte envidia, Sr Rubio, ya tengo las entradas para el próximo sábado. Estoy impaciente.