lunes, 28 de septiembre de 2009

Voluntad

E. me presta Buenos días tristeza, de Françoise Sagan. La leo en el fin de semana, con una ansiedad parecida a la que destila esa pequeña y amarga historia. Cecilia consigue que me ponga de su lado. Distorsiono la realidad casi tanto como ella.

Ansiedad: Estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo.

Terminé también de leer Cineclub, de Gilmour. Prescindible como manual de instrucción y educación. Aún así, es un buen catálogo de referencia de películas pendientes para ver. Ataco un librito de cuentos de Boris Vian que arranca con Lobo hombre.

Trato de hacer el propósito de no gastar en más libros. Leer todo lo que hay en casa antes de comprar nada nuevo. Quiero cumplir los propósitos.

Voluntad: Facultad de decidir y ordenar la propia conducta. Intención, ánimo o resolución de hacer algo.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

No leo poesía

No leo poesía. A veces echo un vistazo a algún libro que hay en casa, pero no leo poesía porque no sé cómo hacerlo. Y envidio este mundo de sensaciones:

"...La poesía es como el viento,
o como el fuego, o como el mar.
Hace vibrar árboles, ropas,
abrasa espigas, hojas secas,
acuna en su oleaje
los objetos que duermen en la playa..."
José Hierro

No leo poesía y además se han acabado las vacaciones. Caen antes los días, bajan las temperaturas, vuelven los horarios, los propósitos se acumulan y mientras Madrid está en plena efervescencia, sientes que te acecha un peligroso letargo.

Uno de los propósitos del curso será esquivar ese sopor.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Vacaciones de verano (V)

Mallorca:
- subidas a todos los calvarios de los pueblos de la Sierra de Tramuntana
- un paseo hasta Cala Murta y la propia cala, de guijarros que se disuelven a fina arena una vez llegan al mar
- Pollença y su restaurante con terraza bajo el pórtico de la iglesia
- Sineu y sus iglesias, la plaza del pueblo y el calor
- cala Torta y el buen rollito
- las curvas de 180º en la carretera y los pinos que se vuelcan sobre ella
- los baños al comenzar el día
- los paseos en bicicleta por Costa de los Pinos.

Mallorca es gastronomía, como el resto del Mediterráneo:
- Trampó amb llampuga
- Ensalada de higos rellenos de queso de cabra con mermelada de sobrasada vieja (tiene que ser la del año anterior, para que no sea grasa)
- Dentol a la mallorquina
- La sopa de pescado del Sa Punta y la gigantesca vieira de la ensalada de P.
- La bearnesa y el carré de cordero.
- El rodaballo y los boquerones, el hojaldre de queso con cebolla morada, las berenjenas multicolores.

Me gusta verme sorprendida por Mallorca, me gusta derribar esos mitos que tenía en la cabeza, y confirmar algunos otros.

Mallorca, eso no lo puedo evitar, sigue siendo en mi cabeza, Pepe Isbert buscando a su yerno (Nino Manfredi) junto con la guardia civil en las cuevas del Drach, en El verdugo, esa impagable película de Berlanga.

martes, 1 de septiembre de 2009

Vacaciones de verano (IV)

Historias. Algunos libros te enganchan porque las historias que cuentan te resultan completamente ajenas. Nada se parece a tu realidad, los personajes tienen un halo de misterio que poco tiene que ver con las miserias comunes del día a día. Otros libros, por el contrario, te atrapan porque en ellos encuentras lugares comunes, esos que identificas incluso físicamente, porque sus personajes tienen un alter ego real.

En el primero de los casos, me ha ocurrido con Ángeles Rebeldes, de Robertson Davies. A lo largo de la lectura, crees estar en un mundo algo ajeno, personajes con intenciones no reveladas.

El segundo, se ejemplifica con Saber perder, de David Trueba. Es de lectura cómoda, menciona lugares conocidos y transitados, puedes hacerte perfecta idea de cómo es físicamente cada uno delos personajes. Está contado cruzando historias, algunas que no termino de creer, pero que podrían ser reales.

A mitad de camino entre los dos, se sitúa La vista desde Castle Rock, de Alice Munro. Tenía ganas de leerlo desde hace tiempo. Historias que nacen de leyendas, tanto actuales como de otros siglos. Historias que resultan deliciosas y que, aún contando episodios a veces inverosímiles, no puedes dejar de creértelas.

" ... Pero de momento el maíz está en flor, el verano ya declina, el tiempo vuelve a dejar espacio a las riñas y las trivialidades. Los días ya no tienen duras aristas, ni zumba la sensación de destino en las venas como un enjambre de insectos pequeños e implacables. De vuelta al punto en que ningún gran cambio parece anunciarse más allá del cambio de las estaciones..."