domingo, 8 de febrero de 2009

Bacon. Bacon. Bacon.

Desasosiego. Por los cuerpos retorcidos; por la jeringuilla clavada en el brazo de Henrietta Moraes ("para fijar la imagen"); por las flechas que señalan; por las sombras de los cuerpos, a través de las que parece que huye el alma; por los cuerpos en movimiento impedido; por las bocas que ahogan un grito; por las estructuras que encierran a los protagonistas; por la crónica de un siglo; por el brazalete nazi que asfixia la carne.
"Efectivamente, somos carne comestible, somos canales en potencia"

Fascinación. Por los colores; por el cuerpo; por las historias; por la violencia inherente al ser humano; por la abstracción hecha realismo; por el revoltijo del estudio; por lo que crees que sugiere y por lo que seguro que dejas de ver.

Bacon. Bacon. Bacon.

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