domingo, 27 de enero de 2008

Invierno benévolo

Sábado. Mañana soleada, invierno benévolo. Comprobar al abrir el periódico que la globalización existe, pero que no es global ni completa. Quedan fuera los de siempre.

(Aún habiendo escuchado el día anterior en un tren de cercanías, la llamada a la oración del muyahidín a través de un móvil)

La televisión me agota. Y comparto con Forges.


Salvo cuando descubres algunas cosas. Licencia para crear.



2 comentarios:

Unknown dijo...

Hay veces que hay que prescindir de la lectura de la prensa como una medida de "higiene mental", hace tiempo salía una viñeta también de Forges sobre la lectura de la prensa habitual, donde el correspondiente "mindundi" aparecía en lo más alto del sofá con la espada en alto cual corsario. La conclusión de la mujer, acaba de leer su periódico habitual (Tan cierto como la vida misma, y me da igual si es izquierdas, derechas o al fondo de frente...).

En cuanto a la televisión, uno se está habituando a seleccionar lo mejor de cada sitio (y nunca suele ser de este país por desgracia) y a digerirlo y asimilarlo via internet (eso evita los anuncios, puesto que casi ninguno se parece al que has vinculado).

Si te apetece investigar en las televisiones de otros mucho paises ahí va una dirección:

http://www.tvgratis.tv/

Espero que un buen desayuno de fin de semana haya solucionado la congoja generada al leer el periódico.

Anónimo dijo...

La televisión es cada vez más reaccionaria.
Al sentirse incapaz de absorber la cascada de inquietudes que manan de Internet o de las nuevas tecnologías, opta por cerrarse en banda y se dedica a ofrecer lo obvio. De hecho resulta incomprensible y anacrónico la limitación de licencias.
La publicidad sin embargo no tiene más remedio que adaptarse o morir y por eso va por delante.

Me gustaría hacer una encuesta a los huéspedes de hoteles de todo el mundo sobre qué prefieren tener en la habitación, una tele con muchos canales o un ordenador con Internet. Probablemente los resultados nos sorprenderían.

De todos modos, hoy en día, ya no es tan complicado ni caro tener las dos cosas en el salón de casa.